Según su estadística, en 2023 se cerraron 640.451 transacciones. Sin embargo, el número de hipotecas que se firmó apenas alcanzó los 280.340. Es decir, que del total de compraventas cerradas, sólo un 43,7% se hicieron con financiación bancaria. El porcentaje fue algo más elevado en el último mes del año. El número de compraventas disminuyó en diciembre un 5,2% interanual, situándose en las 57.392 unidades, mientras que los nuevos préstamos hipotecarios para adquisición de vivienda retrocedieron un 8,1% interanual, hasta las 24.370 operaciones. El porcentaje de compras de viviendas financiadas mediante un préstamo hipotecario se situó así en el 42,5%.
Para encontrar un nivel de compras sin financiación más elevado hay que retroceder en la estadística de los notarios hasta el año 2016, cuando rondaba niveles similares, si bien el máximo lo alcanzó a finales de 2013, en plena Gran Recesión. Entonces, el porcentaje de operaciones cerrada con financiación cayó por debajo del 30%. Es decir, que siete de cada diez viviendas se compraron al contado.
El polo opuesto se dio en los albores de la pandemia del coronavirus. En aquel momento, en los que los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) estaban en el 0% y el euríbor estaba en terreno negativo, las compraventas con financiación alcanzaron casi el 75%. Ahora, con los tipos en el 4,5% y la banca apretando los costes de los préstamos, muchos compradores están optando por recurrir a compras al contado para ahorrar todos los intereses posibles. Un comportamiento que responde en gran medida a las compras de reposición (ciudadanos que adquieren una vivienda tras vender previamente otra) y a las protagonizadas por los extranjeros. A este respecto, Francisco Iñareta, portavoz de idealista, subraya que "la caída de las hipotecas concedidas en una magnitud mucho mayor que en las operaciones demuestra que sigue habiendo demanda cualificada suficiente, que en muchas ocasiones no necesita financiarse para realizar la compra, tanto porque dispone de la cantidad necesaria o porque dispone otra vivienda en propiedad que puede vender".
La estadística de los notarios, además de constatar esta mayor propensión por las compras al contado, también pone de manifiesto el enfriamiento del mercado, aunque no de los precios. Según sus datos, las compraventas retrocedieron un 11,2% con respecto al año anterior, mientras que los nuevos préstamos hipotecarios para adquirir una casa lo hicieron de forma más acusada, un 21,3%. Sin embargo, el precio cerró al alza con una subida moderada del 1,5%, hasta los 1.640 euros el metro cuadrado. En diciembre, no obstante, se encareció con fuerza, un 5,8%, hasta los 1.687 euros.
Los retrocesos en las compraventas fueron generalizados y solo crecieron (1,4%) en Asturias. La mayor caída fue la de Baleares (19,9%). Por tipo de vivienda, las compraventas de pisos disminuyeron un 10,5% interanual hasta las 492.498 unidades, mientras que las unifamiliares retrocedieron con mayor fuerza, un 13,6% interanual, hasta llegar a las 147.953 unidades.
Iñareta, en su valoración global sobre lo ocurrido en 2023, asegura que es indudable que una caída de doble dígito en las compraventas es "significativa". Sin embargo, añade que "no debemos descuidar el efecto escalón por compararse con un año tan dinámico como fue 2022. Por el contrario, esta reducción parece estar más relacionada con la reducción del stock de viviendas disponible (que cayeron un 8% en 2023 según nuestros datos en idealista) que con un cambio de paradigma de compra provocado por el encarecimiento de la financiación, lo que explica también el incremento de precios", concluye.