Meses de tramitación administrativa, primero en el Ayuntamiento y luego en la Comunidad de Madrid, han dado luz verde definitiva a las nuevas normas urbanísticas que desde hoy se aplicarán en Madrid. Y que van a suponer, según los responsables municipales, «facilidades para poner en marcha muchas obras». Las normas regulan, por ejemplo, el funcionamiento de las cocinas fantasma, prohiben los minipisos de menos de 40 metros cuadrados, o impulsan el desarrollo de nuevos barrios como los del sureste.
El Gobierno municipal del alcalde José Luis Martínez-Almeida sabe que a partir de este lunes, se va a disparar el número de solicitudes de licencia, «porque hay muchos promotores que están esperando a la aprobación de las nuevas normas urbanísticas, al haber adaptado sus proyectos a ellas», explicaba el concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante.
El objetivo que dibujan los munícipes es el de dibujar el futuro de Madrid. Para hacerlo, consideraban imprescindible actualizar sus normas urbanísticas, adaptándolas a las nuevas realidades económicas y sociales. Por eso, se aprobaron en julio las modificaciones parciales del Plan de Urbanismo introduciendo un nuevo reglamento que afectaba a cuestiones que antes no existían, pero ahora sí, y hay que regular: las cocinas fantasma, los minipisos, nuevas formas de habitación como el 'cohousing' o el 'coliving', o el arranque de los nuevos desarrollos del sureste.
Durante los cuatro meses que han pasado desde entonces, se han estudiado y dado el vistobueno a las nuevas normas por parte del Gobierno regional. El PP defiende los cambios porque cree que crearán más de 4.000 puestos de trabajos e incrementará en 215 millones de euros el PIB de la ciudad.
A la izquierda no le gusta la reforma, que creen que se queda corta en muchos de sus puntos y que sólo favorece a «los especuladores privados», según el PSOE, o incluso ha sido calificada de «fraude» por Más Madrid.
Entre las novedades que introducen las normas urbanísticas que hoy se estrenan, están las relativas a las cocinas fantasma, cuya instalación se procurará en polígonos industriales, limitando su actividad en zonas residenciales. En cuanto a las viviendas, no podrán tener menos de 40 metros cuadrados, y se potenciará que incorporen balcones y balconadas, admitiendo la posibilidad de que haya terrazas sobre el espacio libre de parcela sin que compute edificabilidad cuando estén descubiertas en al menos dos plantas.
Además, en el 'coliving' se aumentarán las zonas comunes, y se reducirá el número de habitaciones, que no podrá ser menor de 15 metros cuadrados para una persona ni de 10 por persona cuando es para más de una.
Se introduce un nuevo parámetro urbanístico: el factor verde, que prevé las cubiertas y fachadas verdes para mejorar la sostenibilidad ambiental de las edificaciones. Y también hay medidas para agilizar y aligerar procedimientos: se podrá instalar un centro cultural o deportivo sin tener que redactar un plan especial. Los solares podrán destinarse temporalmente a zona de esparcimiento hasta que se construyan sobre ellos los dotacionales previstos.